Goiriz, Alba y Román: los cementerios neogóticos lucenses.
febrero 05, 2012
Panteones reales no pude ver a mis anchas en Galicia, pero es aconsejable tener un plan B en esto de la antropología funeraria y, si no hubo panteón, sí hubieron visitas a varios camposantos incluso uno dentro del hotel donde nos alojamos Ô_Ô, pero sobre todo los de la zona de Vilalba -Santiago de Goiriz, San Xoán de Alba y San Román- por su peculiar arquitectura.
El más conocido de los tres cementerios de la comarca de Vilalba es sin duda el de Goiriz tal vez por su majestuosidad y extensión en comparación con sus dos hermanos -Alba y Román- algo más pequeños y modestos.
Cuando crucen esa puerta de arriba se van a encontrar de bruces con esta panorámica. |
Los amantes del arte funerario nos afanamos en encontrar la mejor escultura -cada uno según sus gustos: ángeles, cristos, retratos, cruces, vírgenes, virtudes...-, el mejor epitafio, el más bello y compensado panteón desamparando en muchas ocasiones a los nichos quizá por su soterrada belleza, que la tienen. En Goiriz la nichería es la estrella principal de la escena y deja poco espacio para tumbas tradicionales y panteones.
Es difícil encontrar tumbas en tierra en el cementerio de Goiriz. |
En la parte más antigua del cementerio apenas sí quedan dos lápidas en el suelo. |
Esta es la otra casi devorada por el tiempo y el césped. |
Una de las pocas tumbas sencillas que conserva el recinto antiguo. |
La escasa documentación que existe sobre estos tres cementerios y sus parroquias anexas pueden hacernos fabular en torno a los porqués de estas construcciones. El comienzo de las obras, al menos en el de Goiriz, se sitúa en el siglo XVI y en aquella época, pleno Siglo de Oro, se tenía mayor tendencia al arte abigarrado (Plateresco, Manierismo y primer Barroco europeo) e individualista que al sencillo (bueno, también tuvimos en España cierta predominancia del estilo Herreriano en aquel siglo) y comunal.
Contamos, pues, con una fecha de inicio en torno al siglo XVI, una ampliación en el siglo XVIII y otra nueva ampliación a principios del siglo XX. Todas las obras -renacentistas, barrocas o racionalistas- con la particularidad de los pináculos neogóticos, un posible guiño estilístico de los propios canteros de Pedreiras de Rozadas de donde proceden las piedras de la fábrica de estos recintos.
Cada conjunto de nichos se corona con su particular estilo, siempre dentro del neogótico, en el pináculo. |
En la zona moderna del cementerio de Goiriz se opta por una homogeneidad estilística, pero en la parte más antigua una increíble amalgama de símbolos religiosos y no religiosos se abigarra especialmente en los pilares de los pináculos.
La zona nueva del cementerio de Goiriz se ha tratado de integrar con gran acierto conservando en la mayoría de los nuevos nichos los pináculos esta vez más estandarizados.
El color de la piedra desgastada por las duras condiciones climatológicas de la zona son otra de las señas que hacen diferenciarse a los nuevos nichos de los más viejos. |
De los tres cementerios neogóticos lucenses más importantes sólo visitamos dos, no por falta de ganas sino porque las condiciones climatológicas -ese fantástico chirimiri del norte- hicieron que saliéramos calados hasta los huesos del cementerio de Goiriz ¡paraguas mediante!
Les dejo ahora con algunas fotografías de la necrópolis de San Xoán de Alba, igualmente mágica y enigmática.
Desde la misma N-634 podemos admirar el espectáculo arquitectónico que ofrece San Xoán. |
En San Xoán de Alba también encontramos más enterramientos en tumba. |
Las estructuras de los nichos antiguos se conservan y se mezclan con lápidas modernas. |
La iglesia anexa y un pequeño altar en memoria de los caídos en la Guerra Civil Española. |
12 comentarios
Preciosas fotos por esos cementerios que algunos tenemos aún en la lista de pendientes. Una envidia.
ResponderEliminar¡Gracias, Ksawery! No estoy especialmente orgullosa de las fotos, pero es que las condiciones climatológicas eran de lo peor: no dejaba de llover, se me mojaban todo el rato los objetivos, ¡iba con tacones! O_O
ResponderEliminarSi te digo la verdad, en directo son mucho más impresionantes. El de Alba, que le encontramos de purita casualidad ya que desconocía su existencia, fue de pegar un frenazo en medio de la carretera (previa mirada a espejos retrovisores, claro) y recular para parar y verlo. Son muy pintorescos.
Eso mismo me pasó a mi al pasar por Moarves de Ojeda... previa mirada a espejos retrovisores, claro ;)
ResponderEliminarAy, Moarves de Ojeda: tocada y hundida. Lo que me gusta a mí esa iglesia, su frontispicio, madre.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada, por las fotos que están muy bien y más cuando las hiciste lloviendo, que sabemos que eso cuesta:-).
ResponderEliminarLa estética es impresionante, esos pináculos crean una gran diferencia, por aquí apenas se ven. Son contundentes, me parece una gran idea que los nuevos nichos también sigan la misma estética, el tiempo hace diferenciarlos, pero siempre es mejor así a mi entender, que no estos golpes de vista que a veces te llevas con lo antiguo y al lado lo moderno.
Un abrazo.
Hola, Mar.
ResponderEliminarEn Goiriz respetan más la estética en la parte moderna que en Alba, que parece que se empiezan a decantar por enterramientos en tierra y nichos más sencillos. Ya te digo que como estaba lloviendo -a rato a mares- no pudimos pasear todo lo que me hubiera gustado y no recuerdo muy bien todo el recinto.
El tema de integrar lo nuevo y lo no tan nuevo es siempre fruto de debate. A veces lo radicalmente diferente queda muy bien (me remito a mi adorado Burgos y la reconstrucción que hicieron del monasterio de San Agustín que era una auténtica ruina y no les ha quedado tan mal) y otras veces es una auténtica chapuza. Supongo que se trata más de la pericia de los arquitectos y su saber hacer.
Un beso muy fuerte.
Cal.
¡Orballo, Cal, orballo! Que el chirimiri es vasco...
ResponderEliminarY no me digas que no es un clima ideal para ver cementerios. Por cierto, ¿esto de los cementerios lo has consultado con tu almohada?
Yo no tengo ni idea, claro, pero me da que estos pináculos son bastante frecuentes en Galicia. O, mejor dicho, a lo mejor no son de ese tipo, pero en muchos cementerios hay pináculos bastante llamativos; y no solo en a Terra Cha.
¡Cada vez que pienso que estuviste aquí al lado!
Un besazo.
Ay, que no lo sabía... Es que a mí me pilla más cerca el País Vasco que Galicia, al menos del lugar donde nací. En el Campoo también los llamamos chirimiri, aunque por allí cuando le da por llover, llueve con enjundia. Una cosa más que aprendo: orballo. Esta va directa a mi word de diccionario estrafalario, lleno de palabras, pues eso, estrafalarias.
ResponderEliminarLas tormentas y días lluviosos son geniales, así en general. ¡Con lo maravilloso que es el frío, la lluvia, la nieve! Lo malo a nivel fotográfico es que un día nublado, grisáceo o blancuzco, da muy poco juego para sacar una foto maja, si quieres que salga el cielo, queda muy sosa.
Cuando estuve leyendo acerca de los cementerios neogóticos me di cuenta de que en Galicia es bastante común encontrarse con este tipo de construcciones: Mondoñedo, Perbes y muchos otros más. Goiriz tiene algo de especial, tal vez su antigüedad y su buena conservación. El trabajo de los canteros de la zona de Román al parecer es peculiar respecto al trabajo en otras zonas.
Como le decía el otro día a una compañera de afición funeraria, lo malo de estos mini artículos es que les empiezas con muchas preguntas y les terminas con infinitud de interrogantes más. Con el de la Cartuja de Miraflores, por ejemplo, tuve que ponerme un límite porque al final me leí cuatro libros al respecto, me fui dos veces allí, me hice una mini ruta de Gil de Siloé y cuando los que viven conmigo me dijeron que se me estaba yendo de las manos, paré.
Para ser más exacta en el articulillo de este post, debería marcarme una buena ruta por Galicia -no sólo Terra Cha- y empezar a mirar en los archivos eclesiásticos y en las bibliotecas y en los ayuntamientos de estas localidades. Vamos, una tesina, más o menos.
Volveré prontito a Galicia, te lo prometo. Y, como te dije un día, prometo también llamaros. Maldita timidez mía que me paraliza tanto.
Un besazo bien requetefuerte, Porto. Nos vemos virtualmente mañana en Bremen, ¿no? Aquí estoy estrujando la oxidada neurona de la ficción, ¡madre!
Cal.
Hola, excelente post como siempre. Jo, la verdad las joyas que hay escondidas por este país. Algunas son dignas de recordar. Si hace unos días e hubieran preguntado por los nichos, también habría contestado que son una bazofia prefabricada de la sociedad. Pero es que estos, cuanto menos, impresionan. Deben de ganar mucho más en directo, como tu bien dices.
ResponderEliminarEl clima de Galicia, siempre es un incordio. Ya desde la mañana con nieblas. Pero no se puede negar que, aunque dificultara las fotos, les ha dado un toque más lúgubre; que cuando está en su justa medida se agradece. A de mas, Galicia sin lluvias, no es Galicia.
Siempre que se mira al pasado se encuentran interrogantes, y más cuando el pasado al que preguntas esta muerto o en su defecto, esculpido en granito. Hay puntos bastante interesantes en este cementerio, y en los de Galicia en general. No dejes de investigar y crear arte, se agradece ver cosas nuevas.
Un saludo Helevort.
Gracias, Helevort. Discrepo un pelín contigo. La mayoría de los nichos que estamos acostumbrados a ver son sosos, prefabricados como bien dices. Pero es que las tumbas actuales tampoco son nada del otro mundo. Más que el lugar en sí de enterramiento (en San Isidro, que es el cementerio que más conozco, hay verdaderas joyas; un día hago un especial fotos de nichos, sin mayor pretensión que esa) es la época en la que tocó morir y el dinero de la familia lo que configura que un lugar funerario sea bonito o no.
ResponderEliminarHoy en día nuestra sociedad, a todos los niveles no solo el funerario, es prefabricada. Ya sabes, si eres un clavo que sobresale, te muelen a martillazos hasta situarte a la altura del resto. 1984 de Orwell para desgracia nuestra ya hace mucho tiempo que se ha instalado en nuestras vidas.
A mí el clima de Galicia ¡me encanta! Me encantan la lluvia, la nieve, el frío, los días grises, el invierno. Si hay algo que echo verdaderamente de menos aquí en Madrid es la lluvia (y el mar). Reconozco que cuando está lloviendo continuamente durante diez días seguidos, se hace un poco monótono todo y te puede dar una especie de saudade, pero a mí lo que realmente me chafa son los días de calor imposible de llevar del Agosto, más si te hallas lejos de las olas.
Tendré que discriminar con todo lo que quiero estudiar, Helevort. ¡Si solo fuera antropología funeraria! No tendría suficiente tiempo ni en cinco vidas, no soy tan fructífera como Da Vinci (¿dormiría algo este hombre?).
Besotes y buen finde. C.
Off topic: ¿por qué no te animas a escribir algo en tu blog?
Si la verdad, es que si eres algo diferente, te intentan descalificar a todos los niveles. Pero a veces es divertido ir contra corriente, en busca de un ideal (ohh, que bonita frase, digna de un caballero de brillante armadura XD). Todo en esta sociedad está catalogado y clasificado; algo tan necesario como una tumba no iba a ser menos. Actualmente “casi” todos los cementerios son iguales, carentes de personalidad, como los trabajadores de 1984.No dudo que dentro de la escultura prefabricada haya excepcionales obras de arte. Aun así, todo parece cortado a la misma medida, y poco a poco esto se ve en mas cosas (esto último puede que sea algo exagerado).
ResponderEliminarEl dinero y el poder adquisitivo, es otra cosa. Me consuelo con saber que hace dos; bueno, puede que no hace tanto, tendría que haberme conformado con una cruz de madera o hierro fundido en el mejor de los caso. El que no nace con un don ha de comprarlo, y no muchos nacemos con el don de dar vida a las piedras para que guarden la muerte.
Respecto a lo último, pues la explicación es muy sencilla hay ganas pero me falta tiempo. A quien pretendo engañar con una respuesta tan arquetípica. La verdad: no tengo un tema figado; desearía escribir algo nuevo como tú no un refrito de otros blog como normalmente se ve, aportar realmente algo nuevo a la red, pero eso requiere tiempo, lo que nos lleva a la última razón. Actualmente ando liado con varias cosas y empezar otro significaría como poco un trabajo extra, que estaría dispuesto asumir. Pero la realidad seria tener que dejar otra tarea. Lo cual es una lástima.
Un saludo. Helevort.
No muchos nacemos con el don de dar vida a las piedras para que guarden la muerte. Me encanta esta frase, Helevort. Tienes toda la razón, aunque siempre podríamos tener la suerte de la señora Campodonico, ¿verdad? Bah, es una lotería como otra cualquiera, en este caso funeraria.
ResponderEliminarEntiendo tu explicación y nada que objetar. Sí, la verdad es que tener un blog que no sea un refrito (aunque al final todo está ya más o menos hecho, no te creas; si bien es verdad yo trato de ser original, al menos en mis escritos), conlleva una gran cantidad de tiempo. Para hacer cualquier cosa, mejor no hacerlo. Mientras te descargas de tareas, aquí seguiré esperando.
Cal.
Eso que está pensando, aún no lo ha comentado nadie...